“Voy a hacerles una confesión un poco curiosa: yo soy hechura de mi madrastra. Mi madre murió cuando yo tenía dos años y medio. Mi padre se casó en segundas nupcias con una mujer que tenía tres hijos; yo era el menor y, como era muy pequeño, me dejó en la casa de mi madrastra, que era dueña de la mitad de un pueblo; tenía mucha servidumbre indígena y el tradicional menosprecio e ignorancia de lo que era un indio, y, como a mí me tenía tanto rencor como a los indios, decidió que yo debía vivir con ellos en la cocina, comer y dormir allí [...]. Cuando llegó mi hermanastro de vacaciones, ocurrió algo verdaderamente terrible [...]. Desde el primer momento yo le caí muy mal porque este sujeto era de facciones indígenas y yo, de muchacho, tenía el pelo un poco castaño y era blanco en comparación con él [...]. Yo fui relegado a la cocina [...]; quedaba obligado a hacer algunas labores domésticas; a cuidar los becerros, a traerle el caballo como mozo [...]. Era un criminal, de esos clásico...
El Blog de las autobiografias y biografias cortas de personajes importantes de la raza humana