Dante Alighieri nació en Florencia el 8 de mayo de 1265 y recibió en la pila bautismal el nombre de Durante, cambiado por abreviatura familiar en "Dante". Pertenecía a la noble y antigua familia romana de los Frangipani y era bisnieto de Cacciaguida Elizei, quien se casó con una señora de la casa de los Alighieri de Ferrara.
Huérfano de padre a temprana edad, su madre, doña Bella, quiso confiar la educación del futuro poeta a Brunetto Latini, estadista, erudito y poeta afamado. Dirigido por tan buen maestro, niño todavía, amó y pensó profundamente, compuso versos y mantuvo correspondencia con los trovadores de más fama.
A los 19 años de edad se enamoró locamente de Bice (Beatriz Portinari), joven de su misma edad, a la que, viva, celebró en sus rimas y, muerta, inmortalizó en la Divina comedia. Realizó estudios en la Universidad de Bolonia y después en la de Padua.
En la época en que Dante llegó a la edad viril, el partido de los güelfos (de los partidarios del papa) dominaba en Florencia, mientras que en Arezzo los gibelinos, defensores de la autoridad imperial, desterraban a los primeros, dando esto lugar a una guerra que terminó c o n la derrota de los gibelinos.
Poco después, cediendo a las instancias de sus parientes, se casó el poeta con Gemma Donati, que pertenecía a una de las más poderosas familias güelfas, e inscribiéndose en una clase científica, la de médicos y boticarios, se abrió el camino en las principales magistraturas. Desempeñó varias misiones en la república de estados vecinos y en la corte pontificia, hasta que en el año de 1.300 fue nombrado prior o individuo del consejo de gobierno.
Mientras el poeta se hallaba en Roma, gracias a Carlos de Valois, que entró ilegalmente en Florencia, acusaron villanamente a Dante de haber vendido la justicia y haber recibido dinero contra los reyes y obtuvieron contra él una sentencia de destierro de dos años y además le confiscaron sus bienes.
Había dejado en Florencia a su mujer y cinco hijos, el mayor de nueve años; devastaron su casa y sus propiedades; mas afortunadamente, Gemma pudo ocultar los cofres en los que había guardado los objetos preciosos y los papeles de su marido, entre ellos los manuscritos de los siete primeros cantos de El Infierno.
Comenzaron entonces para Dante las tristes peregrinaciones del destierro. Se trasladó entonces a Verona y Padua; continuando su vida e errabunda residió en la Lunigiana y Francia, de donde volvió a Italia, en advenimiento al trono del emperador Enrique VII. Dirigió, en 1310, una carta a todos los príncipes y pueblos de Italia, y redactó su tratado de Monarchie Mundi, donde define los deberes del papa y del emperador en el gobierno de los pueblos.
Sin embargo, el gran poeta fue objeto de nuevas persecuciones por sus ideas gibelinas. Volvió a su vida de antes y, por último, aceptó el asilo de Guido Nobello de Polenta, que se lo ofreció en Rávena.
Aunque ausente de su patria, Dante tenía en Florencia muchos amigos a los que enviaba mensajes poéticos. El rey de Ñapóles dictó una nueva sentencia, por lo q u e el sublime poeta tuvo que buscar un nuevo refugio que halló en el palacio de Can Grande della Scala, a quien dedicó El Paraíso. Llamó entonces a su lado a su familia, a sus dos hijos mayores y a su hija Beatriz, que contaba con 18 años de edad; los otros dos habían muerto, víctimas de la peste.
Creía Dante que pasaría en la tranquilidad y la paz del hogar el resto de sus días, pero aún no había terminado su calvario: los odios políticos y su capa de religión lo acusaron de herejía ante el papa. Tal acusación le causó la muerte por preocupación el 14 de septiembre de 1.321, a los 57 años de edad.
Huérfano de padre a temprana edad, su madre, doña Bella, quiso confiar la educación del futuro poeta a Brunetto Latini, estadista, erudito y poeta afamado. Dirigido por tan buen maestro, niño todavía, amó y pensó profundamente, compuso versos y mantuvo correspondencia con los trovadores de más fama.
A los 19 años de edad se enamoró locamente de Bice (Beatriz Portinari), joven de su misma edad, a la que, viva, celebró en sus rimas y, muerta, inmortalizó en la Divina comedia. Realizó estudios en la Universidad de Bolonia y después en la de Padua.
En la época en que Dante llegó a la edad viril, el partido de los güelfos (de los partidarios del papa) dominaba en Florencia, mientras que en Arezzo los gibelinos, defensores de la autoridad imperial, desterraban a los primeros, dando esto lugar a una guerra que terminó c o n la derrota de los gibelinos.
Poco después, cediendo a las instancias de sus parientes, se casó el poeta con Gemma Donati, que pertenecía a una de las más poderosas familias güelfas, e inscribiéndose en una clase científica, la de médicos y boticarios, se abrió el camino en las principales magistraturas. Desempeñó varias misiones en la república de estados vecinos y en la corte pontificia, hasta que en el año de 1.300 fue nombrado prior o individuo del consejo de gobierno.
Mientras el poeta se hallaba en Roma, gracias a Carlos de Valois, que entró ilegalmente en Florencia, acusaron villanamente a Dante de haber vendido la justicia y haber recibido dinero contra los reyes y obtuvieron contra él una sentencia de destierro de dos años y además le confiscaron sus bienes.
Había dejado en Florencia a su mujer y cinco hijos, el mayor de nueve años; devastaron su casa y sus propiedades; mas afortunadamente, Gemma pudo ocultar los cofres en los que había guardado los objetos preciosos y los papeles de su marido, entre ellos los manuscritos de los siete primeros cantos de El Infierno.
Comenzaron entonces para Dante las tristes peregrinaciones del destierro. Se trasladó entonces a Verona y Padua; continuando su vida e errabunda residió en la Lunigiana y Francia, de donde volvió a Italia, en advenimiento al trono del emperador Enrique VII. Dirigió, en 1310, una carta a todos los príncipes y pueblos de Italia, y redactó su tratado de Monarchie Mundi, donde define los deberes del papa y del emperador en el gobierno de los pueblos.
Sin embargo, el gran poeta fue objeto de nuevas persecuciones por sus ideas gibelinas. Volvió a su vida de antes y, por último, aceptó el asilo de Guido Nobello de Polenta, que se lo ofreció en Rávena.
Aunque ausente de su patria, Dante tenía en Florencia muchos amigos a los que enviaba mensajes poéticos. El rey de Ñapóles dictó una nueva sentencia, por lo q u e el sublime poeta tuvo que buscar un nuevo refugio que halló en el palacio de Can Grande della Scala, a quien dedicó El Paraíso. Llamó entonces a su lado a su familia, a sus dos hijos mayores y a su hija Beatriz, que contaba con 18 años de edad; los otros dos habían muerto, víctimas de la peste.
Creía Dante que pasaría en la tranquilidad y la paz del hogar el resto de sus días, pero aún no había terminado su calvario: los odios políticos y su capa de religión lo acusaron de herejía ante el papa. Tal acusación le causó la muerte por preocupación el 14 de septiembre de 1.321, a los 57 años de edad.
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