Pintor, humanista e inventor italiano, arquetipo del "hombre universal". Nació en Vinci el 15 de abril de 1452. Fue hijo "natural" de un burgués, Piero di Antonio da Vinci y de una tal Catalina, que posteriormente contraería matrimonio con persona distinta al padre de su hijo. Pasó toda su infancia en la casa paterna. La familia se trasladó a Florencia alrededor de 1469, año en que el artista está ya documentado en el taller de Andrea del Verrocchio, junto a futuros grandes pintores, como Botticelli, Perugino, Ghirlandaio, etc.
En 1472 consta ya como miembro del gremio de pintores, aunque continúa trabajando en el taller de su maestro hasta 1476. Allí pinta, según Vasari, la figura de un ángel en el Bautismo de Cristo de Verrocchio (Uffizi, Florencia). No obstante, su primera obra cierta es un dibujo de 1473, Paisaje (Uffizi).
El primer periodo de la obra de Leonardo se desarrolla en Florencia, desde la salida del taller de Verrocchio hasta 1482. De esta época juvenil son el Retrato de Ginebra dei Venci (1474-1476, National Gallery, Washington); Anunciación (1478, Museo del Louvre); Muerte en la horca de Bernardo di Bandino Baroncelli, asesino de Giuliano de Médicis (dibujo de 1479, Museo Bonnat, Bayona); San Jerónimo (1480, Pinacoteca Vaticana) y la tabla contratada para la iglesia de San Donato de Scopeto, que nunca llegaría a acabar. Se trata de la Adoración de los Magos (1481, Uffizi) donde, además de una renovación total de la iconografía, emplea fórmulas nuevas que habían de ser imitadas continuamente. En 1480 se emancipó de sus padres y entró al servicio de Lorenzo de Médicis, el Magnífico.
A principios de 1482, o tal vez en fecha más temprana, Leonardo dirige una carta a Ludovico el Moro. En ella pondera su capacidad en diversos aspectos de las artes y de las ciencias y le ofrece sus servicios, que son aceptados. Parece que el motivo principal es la fundición de un monumento ecuestre a Francesco Sforza, en el que ha de ocuparse durante quince años y que, por las vacilaciones y el perfeccionismo del artista, nunca llega a concluirse.
En la evolución de este periodo es importante su amistad con el humanista Bernardino Zenale quien, seguramente, le hizo meditar sobre problemas pictóricos como el claroscuro o la perspectiva aérea. El 25 de abril de 1483 comenzó, en colaboración con otros dos pintores, La Virgen de Las Rocas (Museo del Louvre), uno de los más altos ejemplos de la composición cerrada renacentista y del esfumado leonardesco. De esta obra, que fue pasada a lienzo a principios del siglo xix, hay una réplica más tardía (National Gallery, Londres).
Hacia 1497, y para el refectorio de Santa María delle Grazie, pinta el fresco de La Santa Cena, hoy muy maltratado por el tiempo, diversas agresiones y, sobre todo, por la propia técnica del pintor que ensayó nuevos aglutinantes que se han mostrado muy poco estables. Tras la caída de Ludovico el Moro y la conquista de Milán por Luis XII de Francia, Leonardo dejó la ciudad (1499).
Se dirigió primero a Mantua, donde retrató a Isabel de Este. Se trata en realidad de un boceto sobre cartón, realizado al carbón con pastel (1500, Museo del Louvre), preparatorio para el retrato definitivo, que nunca llegó a realizar. A continuación estuvo en Venecia y, por fin, se estableció de nuevo en Florencia. Allí realizó al carbón para Santa Ana, La Virgen y el Niño (National Gallery, Londres). En 1502 se trasladó a Roma, donde estuvo al servicio de César Borgia, ocupándose de temas de arquitectura e ingeniería militares durante las campañas de éste en el norte de Italia. En la primavera de 1503 se encuentra de nuevo en Florencia y emprende la realización del carbón para la Batalla de Anghiari, hoy totalmente perdido. No obstante, la conocemos por copias parciales del cartón, realizadas por diversos pintores. Pertenece a la misma época del celebérrimo retrato de la Mona Lisa o La Gioconda (Museo del Louvre), cuya influencia en el retrato del Renacimiento fue decisiva y del que existen varias copias (Museo del Prado, etc.). También por entonces trabaja en una famosa Leda, hoy perdida pero transmitida por las copias de sus seguidores.
El 9 de julio de 1506 murió su padre. Por esas fechas realizó un viaje a Roma y pintó, probablemente, el Baco (Museo del Louvre), aunque parte de la crítica lo considera posterior. Antes de terminar el año volvió a Milán al servicio de Carlos II de Chaumont, mariscal de Amboise, nombrado por Luis XII de Francia, gobernador del ducado. En septiembre de 1507, por motivos de una herencia, pasó seis meses en Florencia. Regresó a Milán en julio de 1508. Allí se consagró preferentemente a estudios matemáticos y geológicos. Realizó importantes estudios de anatomía. Trabajó en los dibujos preparatorios para el Monumento ecuestre a dan Giacomo Trivalzio (Windsor Castle, Londres) y continuó su preparación para La Virgen, el Niño Jesús y Santa Ana, que conservó hasta su muerte (National Gallery, Londres). El 24 de septiembre de 1513, Leonardo, con dos discípulos, marchó a Roma para entrar al servicio de Giuliano de Médicis, hermano de León X. De este periodo es el magnífico y desconcertante San Juan Bautista (Museo del Louvre).
El 17 de marzo de 1516 murió Guliano y Leonardo aceptó la hospitalidad de Francisco I de Francia en el castillo de Cloux (Amboise). Allí continuó sus estudios técnicos y científicos. Otorgó testamento el 23 de abril de 1519 y falleció el 2 de mayo. Fue sepultado, según sus deseos, en el claustro de la iglesia de Cloux. Más tarde, durante las guerras de religión, se dispersaron sus cenizas.
Leonardo fue precursor de muchos inventos y un gran observador de la naturaleza, que profundizó en numerosas materias: geología, astronomía, teoría de la pintura, etc. Sólo parte de su inmensa obra ha llegado hasta nosotros a través de las miles de páginas de sus códices: Códice atlántico (Biblioteca Ambrosiana, Milán); Láminas de anatomía (Windsor Castle, Londres); Diseños del vuelo de los pájaros (Biblioteca Ambrosiana, Milán); Tratados de fortificación, estática, mecánica y geometría (Biblioteca Nacional, Madrid).
En 1472 consta ya como miembro del gremio de pintores, aunque continúa trabajando en el taller de su maestro hasta 1476. Allí pinta, según Vasari, la figura de un ángel en el Bautismo de Cristo de Verrocchio (Uffizi, Florencia). No obstante, su primera obra cierta es un dibujo de 1473, Paisaje (Uffizi).
El primer periodo de la obra de Leonardo se desarrolla en Florencia, desde la salida del taller de Verrocchio hasta 1482. De esta época juvenil son el Retrato de Ginebra dei Venci (1474-1476, National Gallery, Washington); Anunciación (1478, Museo del Louvre); Muerte en la horca de Bernardo di Bandino Baroncelli, asesino de Giuliano de Médicis (dibujo de 1479, Museo Bonnat, Bayona); San Jerónimo (1480, Pinacoteca Vaticana) y la tabla contratada para la iglesia de San Donato de Scopeto, que nunca llegaría a acabar. Se trata de la Adoración de los Magos (1481, Uffizi) donde, además de una renovación total de la iconografía, emplea fórmulas nuevas que habían de ser imitadas continuamente. En 1480 se emancipó de sus padres y entró al servicio de Lorenzo de Médicis, el Magnífico.
A principios de 1482, o tal vez en fecha más temprana, Leonardo dirige una carta a Ludovico el Moro. En ella pondera su capacidad en diversos aspectos de las artes y de las ciencias y le ofrece sus servicios, que son aceptados. Parece que el motivo principal es la fundición de un monumento ecuestre a Francesco Sforza, en el que ha de ocuparse durante quince años y que, por las vacilaciones y el perfeccionismo del artista, nunca llega a concluirse.
En la evolución de este periodo es importante su amistad con el humanista Bernardino Zenale quien, seguramente, le hizo meditar sobre problemas pictóricos como el claroscuro o la perspectiva aérea. El 25 de abril de 1483 comenzó, en colaboración con otros dos pintores, La Virgen de Las Rocas (Museo del Louvre), uno de los más altos ejemplos de la composición cerrada renacentista y del esfumado leonardesco. De esta obra, que fue pasada a lienzo a principios del siglo xix, hay una réplica más tardía (National Gallery, Londres).
Hacia 1497, y para el refectorio de Santa María delle Grazie, pinta el fresco de La Santa Cena, hoy muy maltratado por el tiempo, diversas agresiones y, sobre todo, por la propia técnica del pintor que ensayó nuevos aglutinantes que se han mostrado muy poco estables. Tras la caída de Ludovico el Moro y la conquista de Milán por Luis XII de Francia, Leonardo dejó la ciudad (1499).
Se dirigió primero a Mantua, donde retrató a Isabel de Este. Se trata en realidad de un boceto sobre cartón, realizado al carbón con pastel (1500, Museo del Louvre), preparatorio para el retrato definitivo, que nunca llegó a realizar. A continuación estuvo en Venecia y, por fin, se estableció de nuevo en Florencia. Allí realizó al carbón para Santa Ana, La Virgen y el Niño (National Gallery, Londres). En 1502 se trasladó a Roma, donde estuvo al servicio de César Borgia, ocupándose de temas de arquitectura e ingeniería militares durante las campañas de éste en el norte de Italia. En la primavera de 1503 se encuentra de nuevo en Florencia y emprende la realización del carbón para la Batalla de Anghiari, hoy totalmente perdido. No obstante, la conocemos por copias parciales del cartón, realizadas por diversos pintores. Pertenece a la misma época del celebérrimo retrato de la Mona Lisa o La Gioconda (Museo del Louvre), cuya influencia en el retrato del Renacimiento fue decisiva y del que existen varias copias (Museo del Prado, etc.). También por entonces trabaja en una famosa Leda, hoy perdida pero transmitida por las copias de sus seguidores.
El 9 de julio de 1506 murió su padre. Por esas fechas realizó un viaje a Roma y pintó, probablemente, el Baco (Museo del Louvre), aunque parte de la crítica lo considera posterior. Antes de terminar el año volvió a Milán al servicio de Carlos II de Chaumont, mariscal de Amboise, nombrado por Luis XII de Francia, gobernador del ducado. En septiembre de 1507, por motivos de una herencia, pasó seis meses en Florencia. Regresó a Milán en julio de 1508. Allí se consagró preferentemente a estudios matemáticos y geológicos. Realizó importantes estudios de anatomía. Trabajó en los dibujos preparatorios para el Monumento ecuestre a dan Giacomo Trivalzio (Windsor Castle, Londres) y continuó su preparación para La Virgen, el Niño Jesús y Santa Ana, que conservó hasta su muerte (National Gallery, Londres). El 24 de septiembre de 1513, Leonardo, con dos discípulos, marchó a Roma para entrar al servicio de Giuliano de Médicis, hermano de León X. De este periodo es el magnífico y desconcertante San Juan Bautista (Museo del Louvre).
El 17 de marzo de 1516 murió Guliano y Leonardo aceptó la hospitalidad de Francisco I de Francia en el castillo de Cloux (Amboise). Allí continuó sus estudios técnicos y científicos. Otorgó testamento el 23 de abril de 1519 y falleció el 2 de mayo. Fue sepultado, según sus deseos, en el claustro de la iglesia de Cloux. Más tarde, durante las guerras de religión, se dispersaron sus cenizas.
Leonardo fue precursor de muchos inventos y un gran observador de la naturaleza, que profundizó en numerosas materias: geología, astronomía, teoría de la pintura, etc. Sólo parte de su inmensa obra ha llegado hasta nosotros a través de las miles de páginas de sus códices: Códice atlántico (Biblioteca Ambrosiana, Milán); Láminas de anatomía (Windsor Castle, Londres); Diseños del vuelo de los pájaros (Biblioteca Ambrosiana, Milán); Tratados de fortificación, estática, mecánica y geometría (Biblioteca Nacional, Madrid).
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